No dejaba de ver las imágenes. No podía parar de repetir una y otra vez los gestos, de leer los labios de aquellos hombres, que sufrían, por minuto, una punzada en el corazón, en ese lado más 'íntimo' del ser humano, que pocas veces puede ser controlado cuando tienes que lidiar contra una situación adversa, generadora de rabia, de frustración, de incertidumbre. Hoy, esas tres palabras representan el proceso que vivió Alianza Lima en la quinta fecha del Torneo Apertura, frente al Real Garcilaso, y que hacen que la montaña rusa en la que se encuentra el cuadro 'blanquiazul', se venga en picada, por más veces que ellos mismos lo hayan querido evitar.
Rabia. Porque a los 55' el marcador reflejaba un resultado, pero no una realidad. Diego Lojas adelantó de cabeza al conjunto cuzqueño (primer gol del 'Garci' en en Alejandro Villanueva) en un encuentro en que los locales dominaron las acciones en gran parte, pero que no pudieron concretar. Claro, es difícil cuando tienes dos ocasiones claras debajo del arco y no consigues marcar, o cuando el sonido metálico del arco le dice que no a tus esperanzas de celebrar. 1-0, y se venía el 'temblor' en Matute.
Frustración. Pues a los 85' comenzó el concierto de expulsados. A cada tarjeta roja, Alianza le puso un nombre. La primera se llamaba 'Innecesario', pues si el agravio no te lo cometen a ti, es ridículo intervenir como lo hizo Costa: con un puñete disfrazado de querer separar a los que están en disputa. La segunda recibió el nombre de 'Orgullo', eso que le sobró a Miers cuando Jhoel Herrera le propinó un caño que el paraguayo no soportó, y que fue devuelto con un codazo. La tercera fue llamada 'Irresponsabilidad', porque si cuentas con dos hombres menos en tus filas, en lo último que deberías pensar sería en convertirte en el tercero, ¿cierto Míguez? Y para cerrar, 'Irrespeto', porque parece que a 'Cuevita' nunca le enseñaron que el que tiene el silbato en la boca es el que toma las decisiones, y cuando esas decisiones quieren ser obstruidas por un chico malcriado, tiene consecuencias.
Incertidumbre. A diferencia de las demás, esta nació antes del pitido final, pues uno entiende que se discuta con el rival, pero hacerlo con tu propio compañero, en medio del campo, y por patear un tiro libre que no superó ni a la barrera, es algo sumamente infantil y egoísta, sino, que se los cuente Luis Trujillo, quitándole el balón a Cueva, quien por sus reclamos, solo se ganó un golpe en la barbilla y un "vaya para allá". En estas horas, el cuadro de Guillermo Sanguinetti (también expulsado por ingresar al campo) vive eso, la incertidumbre, el fantasma que lo ha acompañado en estas últimas semanas. Las críticas no se hicieron esperar; los reclamos y la presión del hincha, mucho menos.
Guillermo Sanquinetti, el principal blanco de las críticas.
Fuente: Depor.
"Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte...y el que se enseñorea de su espíritu, mejor que el que toma una ciudad". Proverbios 16:32.
El corazón íntimo hoy lleva un espíritu dañado por sí mismo, pero debe aprender a enseñorearse cuanto antes, pues su próximo encuentro significa el honor de una ciudad entera, y de la mitad del país más uno.
Alianza se complicó la vida ganándose 5 expulsados (4 jugadores y el DT)
Fuente: Depor


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